Las máquinas de laminado se clasifican según su diseño, función y aplicación, siendo los tipos principales las máquinas de 2 rodillos, 3 rodillos y 4 rodillos, cada una con ventajas específicas. Las máquinas de 2 rodillos son las más sencillas, compuestas por dos rodillos paralelos que pellizcan y doblan el material mediante fricción. Son económicas para trabajos ligeros, como formar láminas metálicas delgadas en curvas simples, pero carecen de precisión para geometrías complejas. Las máquinas de 3 rodillos añaden un tercer rodillo, ya sea posicionado encima de los dos inferiores (inicial-pinch) o entre ellos (estilo pirámide), permitiendo un mejor control del pre-doblado y reduciendo el extremo plano que normalmente dejan las máquinas de 2 rodillos. Estas se usan ampliamente en las industrias de HVAC y automotriz para producir conos y cilindros. Las máquinas de 4 rodillos incorporan un cuarto rodillo, que actúa como tope posterior para eliminar por completo los extremos planos y mejorar la precisión del doblado. Son ideales para aplicaciones de alta precisión, como la fabricación de recipientes a presión y revestimientos arquitectónicos, donde las tolerancias ajustadas son obligatorias. Variantes especializadas incluyen máquinas de rolado de placas para procesamiento pesado de acero y máquinas de laminado de perfiles diseñadas para vigas I o hierros en ángulo. Las fuentes de potencia hidráulicas y mecánicas diferencian aún más los modelos; los sistemas hidráulicos ofrecen una aplicación de fuerza más suave y se prefieren para materiales gruesos, mientras que los rodillos mecánicos son más rápidos y económicos para espesores finos. La elección del tipo adecuado depende de factores como el espesor del material, el volumen de producción y la calidad deseada del doblado; nuestros expertos pueden guiarte en este proceso de selección para garantizar un rendimiento óptimo.